Hace una temporada, cuando documentábamos el Viejo Camino de Santiago
por las Montañas de León fuimos, después de Cistierna, por el Puente de
Mercadillo a la ermita de San Pelayo y desde allí, por el Viejo Camino
de Santiago a San Pedro de Foncollada.
Es lo que se
decía en el documento de la peregrinación de Leodegundia, un relato del
lejano año 902, que se incluye en el libro de Julián González, "Vexu Kamín". Como sabéis, da cuenta del itinerario que se usaba para venerar las reliquias del
Apóstol en aquellos lejanos años, próximos al descubrimiento de la tumba de Santigo, cuando los caminos estaban amenazados
por las incursiones árabes y los peregrinos buscaban la protección de
las montañas y de unos monasterios que desaparecieron, cuando avanzada
la Reconquista, se trasladaron hacia tierras más al sur, dando lugar al
Camino Francés.
Unos
montones de piedras nos contaron la historia y la ubicación de dos
despoblados, San Andrés y Santimia, ubicados por la vereda que nos
llevaba al famoso y tristemente desaparecido monasterio de S. Pedro de
Foncollada. De él sólo se conserva el terreno, catalogado por la Junta
como bien arqueológico. En el pueblo la iglesia que está en un altozano,
muestra restos que hablan de su antiguo esplendor.
Podéis leer aquí nuestros recuerdos de las anteriores visitas que hicimos y ver las fotos:
http://rsas0010.blogspot.com.es/2013/05/modino-san-pedro-de-foncollada.html
En aquellos días nos dijeron que el camino iba hasta la Serna cerca de la Ercina, pero dejamos pendiente la tarea de recorrerla.
Así
que esta vez, acompañados por nuestra amiga Tinina y Marce, que vive en la Serna, lo
caminamos en dirección contraria, desde la Serna a S. Pedro y
comprobamos la belleza del Camino, que tiene su historia antigua y uso
continuado. Es fácil de andar, pues proporciona la ruta más corta entre ambos poblados y tiene un trazado cómodo. Desde ella se disfruta de panorámicas, de paisaje de montañas y vistas
de los pueblos de los alrededores, como colocados en un "Nacimiento"
Bien
de mañana, pasamos a buscar a Marce a su casa y así conocimos a su
marido, Pepe y a sus hijos, que estaban enfrascados en manualidades de
madera y en sus aficiones de recuperación de antiguos objetos, que
colocan como en un museo etnográfico, en distintos lugares de la vivienda, siempre de
camino a la bodega.
Nos dijo Pepe, al que le gustan los refranes y los juegos de palabras:
"El que vino a la bodega y no bebió vino, ¿a qué vino?"
Luego
de la visita, calentados al amor de la lumbre, que danzaba en la
chimenea y por dentro, con el moscatel y las pastas, Pepe nos dio unos
palos para andar el Camino, diciendo, algo así como: "El que va al monte
sin palo, tiene menos gracia, que una burra sin rabo"
Marce, como buena cicerone, nos fue explicando todos los pormenores de la Serna,
mostrándonos los edificios que guardan la historia del lugar. Hay un
derrumbe de piedras de sillería, que perteneció a una casa en la que se
metían a jugar de chiquillos. En aquel entonces se veían buenos arcos y
estancias sólidas, incluso un oratorio. Se comentaba que podía
pertenecer a la familia de los marqueses de Astorga. En las proximidades
había un gran edificio, que con ser de costrucción más ordinaria, sí
estaba habitado, quizá antiguamente lo usaban los caseros y se perpetuó su habitabilidad, en él tenían
los pajares, cuadras y espacios propios para el trabajo.
En otra
casa de aspecto elegante se dice que vivió "el escribano". Aún hay otra casa importante cuya
hechura se sale de las necesidades propias de los habitantes de un
pueblo...Junto al cementerio ampliando el camino encontraron hallazgos funerarios, quizá del siglo XIII, según
dataron en su día.
En el camino que lleva a un altozano se
conserva el recuerdo de un desaparecido monasterio y además su topónimo:
“el castrillín”, es revelador en cuanto a la posible ubicación de un
poblado prerromano.
Caminamos contando
curiosidades de la historia antigua, de los caminos y las labores
agrícolas a las cuales daban servicio, como ir con carros al molino que estaban en el Esla en las proximidades del Puente de Mercadillo o al mercado a Cistierna,
etc. y seguimos por el camino entre pinos y encinas junto a
un repetidor de TV.
Así estábamos cuando nos
encontramos por este Viejo Camino con Rodrigo, un muchacho de Sotillos,
casado en Foncollada, con el que hablamos de la Vieja Peregrinación y
nos dio el teléfono de Ramón, un vecino con el que nos pusimos en
contacto.
Llegamos hasta Foncollada admirando los paisajes que desde aquella altura se divisaban, ¡fue un bonito tramo peregrino que os invitamos a hacer!
Ved nuestro reportaje fotográfico.
Fotos y texto de Rafael Cid y Rosa Fadón
jueves, 10 de diciembre de 2015
domingo, 15 de noviembre de 2015
Casa de León en Madrid. La Asociación "Pulchra Leonina" presenta el Viejo Camino de Santiago.
El 13 de noviembre estuvimos en La Casa de León en Madrid para impartir la conferencia sobre el Viejo Camino de Santiago. Poder hablar en tan importante foro nos ha resultado un honor.
Con gran asistencia de público interesado en conocer la historia del Viejo Camino de Santiago...
Con gran asistencia de público interesado en conocer la historia del Viejo Camino de Santiago...
tuvo lugar en la Casa de León en Madrid la conferencia titulada “Viejo Camino de Santiago por la Montaña Leonesa” impartida por Rafael Cid Rodríguez y Rosa Fadón Sabugal.
Tras la intervención inicial de José María Hidalgo presentando a los ponentes, se inició la Conferencia:
Rafael Cid y Rosa Fadón hablamos de la primitiva ruta de
peregrinación que recorría el norte de Hispania, en aquellos años
cercanos al descubrimiento de la tumba de Santiago, en el siglo X. Mucho antes del famoso Camino Francés a Santiago de Compostela y antes
de que Americ Picaud escribiera el Códice Calixtino, ya los peregrinos iban
a venerar los restos del Apóstol. Transcurrían por sendas romanas, con
la protección de las montañas, para evitar las temibles razzias de los
árabes. La ruta dejó de utilizarse paulatinamente a medida que las
fronteras del reino alcanzaban el centro peninsular y se imponía el
Camino Francés.
Junto con los miembros de la Asociación del Camino de Santiago de León “Pulchra Leonina” hemos estado realizando la peregrinación del Viejo Camino de Santiago por las Montañas de León a lo largo de los tres últimos años. Un recorrido de cerca de 250 Km. que recorre unos 70 pueblos.
El itinerario se detalla en una Carta del año 902 que narra la peregrinación de Leodegundia, hermana del rey Alfonso III el Magno, con su esposo García rey de Pamplona. Este testimonio se encuentra en el libro “Vexu Kamin” de Julián González.
El historiador y arqueólogo José Mª Luengo Martínez describe perfectamente el recorrido y coincide con el que siguen los peregrinos del "Vexu Kamin". Lo escribió en 1958 en Cuadernos Gallegos, tomo XV bajo el título "El Primitivo camino de peregrinación en las montañas leonesas". Fue para nosotros un motivo de satisfacción contar en nuestra conferencia con la presencia de su hijo, el académico de la Historia, Fernando Alonso García.
El historiador y arqueólogo José Mª Luengo Martínez describe perfectamente el recorrido y coincide con el que siguen los peregrinos del "Vexu Kamin". Lo escribió en 1958 en Cuadernos Gallegos, tomo XV bajo el título "El Primitivo camino de peregrinación en las montañas leonesas". Fue para nosotros un motivo de satisfacción contar en nuestra conferencia con la presencia de su hijo, el académico de la Historia, Fernando Alonso García.
En un momento de la charla, como si traspasara un túnel del tiempo, hizo su entrada el mismísimo monje Valerio, el que tradujo el documento original del latín al lenguaje “de las gentes de aquí”. No era otro que el actor Antonio Rodríguez Esteban, amigo nuestro, que leyó los párrafos del inicio de la Carta, que contiene el “Vexu Kamin” y nos dio ocasión para mostrar al público el atuendo que llevaba, que era el de los peregrinos medievales.
Los conferenciantes hemos realizado una investigación “in situ” de la vieja ruta y tras consultar varios libros de otros autores, confirmamos la coincidencia del recorrido histórico citado por historiadores e investigadores, con el que contiene la Carta del año 902.
Nuestra experiencia del Viejo Camino se ha ido plasmando en relatos que se publicaron en nuestro propio blog: rsas0010.blogspot.com y en el de la Asociación: caminosantiagoleon.blogspot.com primero, antes de la realización de las distintas etapas por los miembros de la Asociación y después en resúmenes de la actividad una vez concluida.
Junto con la Asociación, consideramos necesario dar a conocer a los habitantes de los pueblos que componen el Viejo Camino y al público en general, el patrimonio escondido que pueden reavivar y reivindicar. Por eso hemos dejado diplomas de agradecimiento en aquellos organismos que han colaborado en la divulgación del Viejo Camino.
Quizá publicitar esta ruta, favorezca la afluencia de peregrinos a estos pueblos solitarios, portadores de una riqueza histórica y de paisajes de belleza incomparable. Se potenciaría un crecimiento económico en esta Montaña nuestra. Lo están recorriendo los peregrinos que han hecho el Camino Francés que siguen entusiasmados con la Peregrinación y se aventuran por esta antigua Vía. Por eso durante los dos últimos años hemos estado publicado las Etapas del Viejo Camino de Santiago por la Montaña de León así como sus Historias y leyendas, en el periódico La Nueva Crónica de León a la que estamos muy agradecidos y en otros medios de comunicación.
Ya se están viendo los frutos de esta labor informativa en la creación de albergues y otras iniciativas o servicios de atención al peregrino, que está caminando por este Viejo Camino.
A continuación desglosamos las 13 etapas del Viejo Camino de Santiago a lo largo de nuestra provincia, con la ayuda de las hermosas fotografías que Rafael Cid ha realizado sobre la marcha ¡incluso cuando teníamos que atravesar montañas nevadas!
Para finalizar, se abrió un animado coloquio
... y una sesión de fotos con el público que nos permitió conocer de
cerca a Alfredo, Presidente de la Casa de León; Camino, Secretaria;
Alicia y su esposo, que nos prestaron su ayuda con el ordenador; así
como a otros socios y familiares y amigos que nos acompañaron, hasta el
Presidente del Consejo de la Casa de León, que todos nos trasmitieron su
afecto... con lo que se cerró este entrañable acto leonés en Madrid el
13 de noviembre de 2015.
Rafael Cid y Rosa Fadón
martes, 10 de noviembre de 2015
El Viejo Camino de Santiago dará que hablar en la capital de España
La Asociación del Camino de Santiago de León "Pulchra Leonina" se desplaza hasta Madrid, llevando en su mochila peregrina los recuerdos del recorrido de las 13 etapas que se realizaron durante estos tres años por el Viejo Camino de Santiago en las Montañas de León.
Aquí os dejamos el artículo de la etapa inicial de este Viejo Camino de Santiago.Ya hablaremos a nuestro regreso de la conferencia en la Casa de León en Madrid.
Para que lo leáis más cómodamente pinchad aquí
Procuraremos dejar el pabellón leonés muy alto, para que el Viejo Camino lo conozcan nuestros paisanos de la capital.
Foto y texto de Rafael Cid y Rosa Fadón
Aquí os dejamos el artículo de la etapa inicial de este Viejo Camino de Santiago.Ya hablaremos a nuestro regreso de la conferencia en la Casa de León en Madrid.
Para que lo leáis más cómodamente pinchad aquí
Procuraremos dejar el pabellón leonés muy alto, para que el Viejo Camino lo conozcan nuestros paisanos de la capital.
Foto y texto de Rafael Cid y Rosa Fadón
lunes, 9 de noviembre de 2015
Sembrando el Camino de Villavante a Santibañez de Valdeiglesias
Sembrando el camino 2015
Hoy
hemos realizado una de las actividades mas bonitas de las que organiza
La Asociación Amigos del Camino de Santiago de León. Consiste en
sembrar un tramo del camino con semillas de distintos arboles autóctonos
para que fructifiquen y den sombra a los futuros peregrinos. La etapa
iba desde la localidad de Villavante, fin de nuestra siembra del pasado
año ( Podéis ver los recuerdos en nuestro blog) hasta Santibañez de
Valdeiglesias.
Llegamos a Villavante y
recordamos que el año anterior los hospitalarios vecinos de esta
localidad habían dejado el listón muy alto. En este pueblo se celebra
anualmente un famoso encuentro de campaneros de toda España que desde
hace veintitantos años acuden a la llamada con el fin de evitar que esta
tradición desaparezca.
Algunos
socios subieron a la espadaña, por su curiosa escalera de caracol,
hecha con buenos troncos de madera incrustados en los estrechos muros de
la torre. José Miguel y Ceferino nos obsequiaron en aquella ocasión con
una sesión de toque de campanas aunque hoy no sería correcto despertar a
los vecinos pues llegamos al pueblo a las 9 de la mañana. También
entonces nuestro compañero Andrés interpretó en el “armonio” algunas
piezas. Mientras nosotros contemplábamos las imágenes entre las que se
encontraba un Ecce Homo de la escuela de Salcillo. Tocó unos villancicos
y más. Lo hizo tan bien que ya está subido a youtube. https://www.youtube.com/watch?v=0uc2Dyyyb_s
Nos dijeron que en Villavante hay un barrio llamado del Palacio,
porque aunque nadie ha visto edificio alguno, los cimientos indican que
allí ha habido un edificio importante. Pues bien, vecinos del pueblo
movidos por la curiosidad, han tratado de investigar en los archivos del
Ayuntamiento, en los de León y hasta han llegado a los de Madrid,
consiguiendo información de que antiguamente un rey mandó construir un
albergue, para que pudieran descansar los peregrinos que iban hacia
Santiago, y al haber sido construido por un rey se le dio el nombre de
palacio.
Disfrutábamos
de un día esplendido para comenzar la siembra por el camino que
transcurre entre la via del tren y un molino actualmente convertido en
hotel. Sembrando seguimos hasta llegar al Puente de Órbigo, desde donde
contemplamos el majestuoso río del mismo nombre, escenario de tantos
sucesos famosos de nuestra historia.
Imaginamos
la batalla de Urbico entre el rey de los suevos, Reciario y los
visigodos al mando de Teodorico II, allá por el año 452. La misma
ribera, mucho después, fue escenario de la que tuvo lugar entre los
Ingleses de Moore, que perseguidos a uña de caballo por franceses, hacen
saltar por los aires varios arcos del puente, durante la guerra de la
Independencia de 1808.
Volviendo
hacia atrás, por el túnel del tiempo de la memoria, recordamos que por
aquí pasaría César Augusto, el victorioso emperador romano, intentando
pacificar Galicia para explotar después la riqueza aurífera del noroeste
de España.
Según
la leyenda, también caminaría por aquí el emperador Carlomagno,
peregrino pionero del Camino de Santiago. Personas de todo rango y
condición ennoblecieron con sus pasos el lugar, Dante Alighiery, soñando
mientras escuchaba el rumor de estas aguas, con escribir la "Divina
Comedia" y Francisco de Asís, propagando su Cántico de amor...y hasta
yo, cuando por los años 70 me destinaron a la oficina de Veguellina
perteneciente a la hoy desaparecida Caja de Ahorros de León.Pe ro, por
lo que en realidad se hizo famoso este puente fue por las Justas
Medievales del Paso Honroso, que organizó del caballero leonés D. Suero
de Quiñones.
Cuenta
la historia que el caballero D. Suero, al no conseguir el amor de una
hermosa dama del lugar, prometió ayunar hasta que ella le otorgara sus
favores. El tiempo pasaba y como la promesa era muy dura para un
caballero con las obligaciones de la época, pidió licencia al Rey Juan
II para cambiar la penitencia por otra más acorde con sus virtudes.
¿Sabéis
en que consistió la nueva prueba? Pues ni más ni menos que se ofreció a
que por el puente sobre el río Orbigo, lugar obligado para ir en
peregrinación a Santiago, no pasaría caballero alguno sin entregarle el
guante de su dama o romper una lanza en singular combate, con D. Suero y
sus compañeros. Y esta penitencia debería repetirse hasta que se
rompieran ¡Trescientas lanzas!.
Como
podéis suponer, la noticia corrió como la pólvora, acudiendo a ese
lugar no sólo caballeros peregrinos, si no también gentes deseosas de
fama y aventura. Los torneos se sucedieron y cada vez acudía más gente a
conocer de primera mano a D. Suero y sus mantenedores.
Yo
me imagino que el cuello de botella que se formó en el camino sería
como la entrada a Madrid el día uno de agosto cayendo en viernes. Quizás
por esto o tal vez por celos de las otras ciudades del camino, hicieron
presión ante el rey, el cual finalmente otorgó la dispensa al
penitente. Era el 12 de julio de 1434 y no se habían roto 300 lanzas
pero sí 176 cuando D Suero y los suyos marcharon por el Puente sobre el
Órbigo en pos de diferentes aventuras.
Por este mismo puente que ahora transitamos nosotros camino de Villares, continuando con nuestra siembra. En Villares de Órbigo
pasamos ante la iglesia parroquial, un edificio de estilos románico y
barroco, que en su interior alberga una hermosa talla de madera de la
Virgen del Carmen, acompañada de una valiosa cajonera de castaño y
roble. Preside la Imagen del Patrón Santiago. La Iglesia fue construida
en la primera mitad del siglo XVIII, es de planta rectangular, en forma
de cruz latina.
El
primer libro, del que hay constancia en su archivo parroquial, es el
Libro de Cuentas que incluye los años 1607-1676. Comienza con la visita
pastoral, en el año 1607, que realizó el Sr. Obispo de Astorga D.
Antonio Decares. Celebró el Sacramento de la Confirmación. Por dicho
libro conocemos que el sacerdote de la parroquia era D. Fernando Vaca de
Reinoso. y que había también un capellán de Santa Catalina, D. Isidro
Gutiérrez. Mandó el Sr Obispo que se realice un inventario mediante el
cual conocemos los objetos de culto y sus precios.
Como
estaban en misa a nuestra llegada nos dio "corte" hacer fotos, pero sí
pudimos admirar el retablo grande, que está en el altar mayor. Se hizo
en el año 1693 y fue dorado por Leonardo Sánchez en el 1717 y tardó 5
meses con tres oficiales. Su arquitectura está profusamente decorada
mediante guirnaldas y elementos vegetales, las calles se enmarcan
mediante columnas salomónicas dobles en el cuerpo central, componiendo
el primer cuerpo un sotobanco con sagrario diferenciado cuidadosamente y
el cuerpo principal.
En la hornacina central se encuentra la imagen de Santiago Matamoros a caballo,
que en el sombrero lleva la concha de peregrino, es de madera de nogal y
se hizo en el año 1630. A su derecha la imagen de San Roque con las
conchas de peregrino y a su izquierda San José con el niño estas
imágenes son de madera. En el cuerpo superior la imagen de Cristo
Crucificado sobre un fondo pictórico donde se representa el calvario.
Sobre la hornacina en un primer plano encontramos la imagen de la Virgen
entronizada con el niño: “La Virgen del Carmen” de época románica.
Tratando de no llamar mucho la atención de los feligreses nos acercamos a
otro retablo en el que está representado San Antonio de Padua.Otro más
en el altar de Santa Catalina, cuya imagen es de bulto redondo y las
tablas pintadas a pincel con las imágenes de la santa, San Bartolomé,
San Lorenzo, San Bernardino y otros santos.
Siguiendo
el camino aún pude fotografiar a Dani sembrando frutales en un área de
descanso compuesta de fuente y bancos todo ellos de piedra. Mientras
estuvimos alli pasaron junto a nosotros un peregrinos oriental, una
pareja de austriacos y otro extremeño con el que nos habíamos cruzado en
Hospital.
Santibáñez de Valdeiglesias y Valdeiglesias se
encuentran posicionados geográficamente en el llamado “Valle de las
Iglesias”. Quizás por su posición geográfica, por su tránsito Jacobeo o
porque hubo varias iglesias en el entorno.
De
Santibañez, destacamos su iglesia parroquial de finales del XIX, que
nos mostró amablemente Sofia mientras nos explicaba los cambios sufridos
en el pueblo durante los últimos años. La torre de estilo defensivo por
la protección que en su día debió prestar dada su envergadura, para
mantener la vigilancia, la iglesia está bajo la advocación de la
Trinidad, lo que hace suponer a algunos expertos que en este lugar
estuvieron asentados los monjes trinitarios, bastante activos en la
atención a los peregrinos desde el siglo XIII.
Consta
de una sola nave con techumbre plana, destacando en sus paredes
interesantes retablos dorados que guardan buenas tallas, como la de San
Roque. Al exterior presenta una elevada espadaña, que aloja dos
campanas.
Muy
cercana a la iglesia se encuentra una curiosa fuente soterrada, a cuya
fresca agua se accede descendiendo trece peldaños. Bebimos en el bar un
exquisito vino de cosecha de las viñas que todavía se cultivan en el
pueblo, hace años vendian tambien la uva pero en la acualidad escasea la
mano de obra que quiera trabajarlas.
Pregunté
también por el laberinto de maíz que se realizaba en las afueras del
pueblo y que suponia una interesante atracción turística para la
localidad, pero ahora ya no continuan haciendolo. En el mes de agosto
Santibáñez de Valdeiglesias, más bien sus afueras, se conviertian en un
inmenso laberinto, el más grande del mundo, El laberinto de Maíz. Este
monumento natural cambiaba cada año de fisonomía y temática y en su
centro se escondia un enigma, que los que recorren el laberinto y llegan
hasta él, tienen que resolver. Este proyecto fue promovido en su día
por la Junta Vecinal del pueblo y llevaba realizándose varios años,
siendo declarado de Especial Interés y Repercusión Turística
Regional por la Dirección General de Turismo de la Junta de Castilla y
León. Ahora alquilan los terrenos a un ganadero que cuida sus rebaños
Se
dice que el origen del Laberinto de Maíz, juego y reclamo que el pueblo
de Santibáñez de Valdeiglesias ofrecía cada año, está relacionado con
el Camino y el juego de la oca y que Santibáñez seria la casilla 42 de
dicho juego, o sea el laberinto. Para que no os quede mal sabor de boca,
en esta página podreis ver alguno de sus dibujos:
Desde
aquí volvimos a Hospital de Orbigo y para terminar la jornada,
degustamos una exquisita comida de hermandad. Al finalizar el Coro de la
Asociación entonó varias canciones dirigido por Conchita que tocaba el
acordeón.
Luego
trató de entrar en el acompañamiento Gabriel, tocando la gaita y
animado por su madre Amor y las muchachas que querían bailar unas jotas,
surgieron las canciones tradicionales de León que todos los comensales
canturrearon y a las que acompañó Rosi con la pandereta mientras Rosa
Gomez dirigía con la letra de las canciones.
Un final alegre para una jornada de hermandad.
Texto y fotos de Rafael Cid y Rosa Fadón
domingo, 8 de noviembre de 2015
Casa de León en Madrid. Viejo Camino de Santiago
lunes, 12 de octubre de 2015
Etapa inicial: De Velilla del río Carrión a PuenteAlmuhey, Viejo Camino de Santiago
Hacer esta etapa era una asignatura pendiente. Cuando empezamos a
investigar el “Viejo Camino de Santiago” los amigos de la Asociación
Pulchra Leonina fuimos a Guardo y por Cegoñal llegamos a Puente Almuhey.
Los miembros de la Asociación de Vizcaya marcaron la ruta por Valcuende
y aunque ambos me pillaron de novato, releyendo el Documento que narra
la peregrinación de la reina Leodegundia en el año 902, que recoge el
libro del “Vexu Kamin” de Julián González Prieto, que nos ha servido de
guía para marcar la antigua ruta medieval, llegué a la conclusión de que
el recorrido histórico de los magnates navarros pasó a los pueblos de
nuestra provincia de León por más arriba, tal como allí se indica: “Y descansaron en el monasterio de San Román de Entrepeñas y mas cerca otro pueblo con muchas aguas que curan y llaman Velilla".
Así que nos dirigimos a Velilla para desde allí rastrear el Viejo Camino siguiendo las pistas que nos da el libro: "Pasando junto a una loma que llaman Morra de Santiago y la ermita de nuestro patrón y más abajo el monasterio, me dijeron haber visto los aluches por unos prados. Estaban en el corro, todos con madreñas, los de Morgovejo y Prioro y dentro del corro los mozos de ambos pueblos agarrados trataban de tirarse y pudo uno de Morgovejo que no cayó. Dieron convite a los perdidos y sus gentes y me dijeron que mientras duró unos se bañaron en las aguas que manan por allí. Y llegaron a Puente Almuhey donde se cuida a los peregrinos".
De aquí se deduce que de Velilla vienen a Caminayo, por una amplia vía por el monte, que actualmente se llama "de las minas" porque por ella iban los mineros a su trabajo, hasta las de Velilla.
Por esas casualidades del destino, que tanta gente dice que no son casualidades sino destino puro y suave, fuimos acompañados de un guía de excepción, Zosi el presidente del pueblo de Caminayo, pueblo, que por su proximidad con la Morra de Santiago marcará nuestro siguiente punto en el Viejo Camino.
En Velilla del Río Carrión hicimos la foto de rigor junto al puente medieval construido sobre otro romano del que se conserva un solo arco, los otros dos se los llevó una riada en 1912.
No visitamos las fuentes Tamáricas que ya cita Plinio el Viejo y que se vienen situando tradicionalmente en La Fuente Reana, posiblemente una corrupción de “Romana” ¿la razón? Es de mal agüero intentar visitarlas cuando no corre el agua como le sucedió al legado Larcio Licinio que después de su pretura fue a verlas cuando no corría el agua y murió a los siete días. Aunque muchas personas las visitan cada día sin que las pase nada y si no vas a mirarlas jamás sabrás cuando tienen agua.
La fuente también puedes verla en internet, tiene tres arcos de piedra y seguro que a los antiguos cántabros les impresionaba el ruido subterráneo para empezar a manar. Después, al perder presión el sifón se seca casi instantáneamente. Al ser un lugar de culto fue cristianizado con una ermita, la de San Juan de las fuentes divinas, siguiendo la tradición de relacionar el agua con San Juan Bautista.
Pero ¿por dónde siguieron su camino los peregrinos de nuestra historia? Volviendo al “Vexu Kamin” de Don Julián González: “Pasaron junto al lugar que llaman Morra de Santiago y la ermita de nuestro patrón y mas abajo el monasterio”
El lugar de la Morra y el Hoyo de Santiago existen como topónimos, próximos al pueblecito de Caminayo, así que allí dirigiremos nuestros pasos y los símbolos jacobeos nos lo atestiguan desde la iglesia.
La senda va cogiendo altura suavemente y es amplia. ¿sería en tiempos una calzada romana? Nuestros peregrinos medievales dicen que iban "siempre por senda romana" y ya nos había advertido el padre Martíno que durante las guerras cántabras los romanos construyeron multitud de calzadas de conquista por las montañas, para desde lo alto hostigar a los montañeses, hasta rendirles...sería como lo que salvando las distancias llamamos cazar al hojeo.
Nos desviamos para subir a lo alto de la Collada, llamada Torre Magalana, donde se encuentra el Hito, o Fito nombrado cariñosamente Tío Pinao.
Desde aquí se ven todas las bajadas de la Vía, hacia Valderrueda, a Morgovejo, a Caminayo... Se ven las explotaciones mineras, hoy fuera de uso.
Al fondo Velilla, la térmica, Guardo...
También teníamos una magnífica panorámica sobre todas las montañas alrededor, desde Espigüete, Las Pintas, PeñaCorada...
Sobre aquella montaña se divisaba un río fósil, según nos indicó Zosi.
Contemplábamos los montes tapizados de robles y hayas... Era maravilloso, con el valor añadido de que en esta época del año tuvimos ocasión de escuchar la “Berrea” de los animales en celo.
Caminayo es el pueblo donde como antes dijimos viven Zosi y su familia que nos acogieron con esa cordialidad que saben hacer las gentes de la montaña, nos enseñaron la iglesia con su pila bautismal que se trajo de Santa María de Mental, una casería que en lo civil pertenece a Prioro y en lo eclesiástico a Caminayo. También posamos en el arco románico de la iglesia.
Estamos también en deuda con D. Matías Diez Alonso por su libro “Las cabeceras del Cea” pues no nos cansamos de estudiar su copiosa información. Explica Don Matías de dónde procede el nombre de Caminayo, si procede de Kaminia, significa horno para hacer leña, pero también puede derivar de un camino difícil. Finalmente la acepción que más nos gustó fue la que procede de las Caminae, las ninfas romanas de agua, que a buen seguro habitan en las cuevas, que hay aquí y que la leyenda cuenta que están esperando ser rescatadas por algún mozo del lugar en la noche de San Juan.
Nuestros pasos se detuvieron frente a una de las alcantarillas del pueblo, que ostenta la concha santiaguera que señaliza el Camino Jacobeo.
Pero lo que más nos impresionó fue la copa concejil que aún se conserva, que lleva la inscripción “Soy de la billa de Caminayo año 1726” todo un honor pues por ella bebían antiguamente los regidores y los de estado noble, mientras los del estado general lo hacían por un cuerno de toro, que no se conserva. Quedan algunas copas concejiles más en la provincia, pero ninguna tan bonita y cuidada como esta.
En Caminayo se conservan las tradiciones, pues llevábamos la referencia de preguntar por Felipe, que nos informaría de todo y allí encontramos a toda su familia dispuesta a ayudarnos. Zosi nos habló de una cueva que en realidad era una mina que atravesaba la montaña por debajo sin tener que subir a la cresta como lo hicimos nosotros, de la cuevona donde están las janas con sus tesoros... aunque el verdadero tesoro es la amistad que nos brindan estas gentes.
Begoña nos llevó hasta la casa de Jesús y con su familia hablamos de caminos, fósiles, topónimos, leyendas y de la historia del cura de Besande, fusilado cuando la francesada.
Nos hubiera gustado seguir más tiempo con nuestros amigos, pero el día sigue y los peregrinos tendremos que seguir hasta el siguiente pueblo, eso sí ya no tenemos que hacerlo como indican nuestros viejos pergaminos:
porque íbamos protegidos por Roy el perro de Zosi que también tuvo la deferencia de acompañarnos en todo el trayecto.
El siguiente pueblo con el que nos encontramos es Morgovejo pero antes a nuestra izquierda aún se conserva el topónimo de Thorales donde hubo un monasterio, creemos que es este al que se refiere el documento de Leodegundia que hemos citado más arriba.
Morgovejo tuvo preceptoría donde se educaron militares, juristas, médicos y seminaristas. De nuevo leyendo a Don Matías nos enteramos que “Morgo” es piedra dura y “Veio” blanco o brillante y efectivamente así son sus montañas, refulgiendo al sol. No lejos de aquí hubo un castro celta con fundición de hierro y los restos de un castillo medieval, el de Peñafiel hoy Valdecastillo.
En Morgovejo charlamos con Delfina y su marido, que nos orientaron hacia el puente de Villaescusa y con Pepe, que nos dio cuenta de varias personas del pueblo que estarían encantadas de charlar con nosotros sobre la historia del lugar. En la plaza de la iglesia estuvimos con dos mujeres y una de ellas, Mercedes nos recitó : Por haber crecido tanto/ te llaman castillo viejo/ si llegas a crecer más/ la torre de Morgovejo.
Efectivamente aún se conserva un rumboso torreón para subir al campanario de la Iglesia.
La Iglesia no pudimos admirarla por encontrarse cerrada a cal y canto ¡Otra vez será! Sabemos de sus magníficos retablos por los libros de arte. De hecho aquí deberíais admirar la foto del Beato Juan de Prado natural de este lugar, martirizado por el sultán de Marruecos cuando se encontraba allí de embajador. Mercedes sentía que su breviario esté en Liegos y muy celosamente lo acompañan los vecinos si viene al pueblo en alguna ocasión.
Desviamos nuestra ruta para visitar el puente de Villescusa donde existió un poblado entre Morgovejo y Las Conjas, enclave geológico de espectacular belleza y posiblemente fuera lugar obligado de paso antiguamente.
Por este puente don Manuel Rabanal hace pasar la calzada romana al Pando. En este entorno se bañarían los peregrinos del cortejo de Leodegundia pues así dice el Documento:
El Camino sigue a Valderrueda, donde admiramos su emplazamiento escalonado en la montaña aprovechando el sol.
La iglesia conserva el portalón en el que se acogía los peregrinos en aquellos tiempos medievales, en los que eran llamados “los santos” por haber renunciado a su casa y bienes, para caminar pobremente en busca del Apóstol, intercesor ante Dios, que le prestaría ayuda en sus necesidades. Nos gustó la casa rectoral junto a la iglesia, con cubos amurallados y fuertes paredes de piedra y a la entrada el escudo de los Valbuena.
El pueblo tiene tres barrios: las viñas, el de abajo y la vega. Cerca del puente de entrada se encuentra el Santuario de la Virgen de la Vega, pero el tiempo se nos echa encima... así que caminamos sin más paradas hasta Puentealmuhey, donde dice el relato que acogían a los peregrinos.
La siguiente etapa va por el valle del Tuéjar siguiendo los pasos de Leodegundia que encontramos en el Documento:
Podéis encontrar el relato de las etapas del Viejo Camino de Santiago pinchando en este enlace de
nuestra Guía del Viejo Camino de Santiago por la Montaña de León.
Podéis ver el reportaje fotográfico de esta etapa pinchando aquí.
Foto y Texto de Rafael Cid y Rosa Fadón
Así que nos dirigimos a Velilla para desde allí rastrear el Viejo Camino siguiendo las pistas que nos da el libro: "Pasando junto a una loma que llaman Morra de Santiago y la ermita de nuestro patrón y más abajo el monasterio, me dijeron haber visto los aluches por unos prados. Estaban en el corro, todos con madreñas, los de Morgovejo y Prioro y dentro del corro los mozos de ambos pueblos agarrados trataban de tirarse y pudo uno de Morgovejo que no cayó. Dieron convite a los perdidos y sus gentes y me dijeron que mientras duró unos se bañaron en las aguas que manan por allí. Y llegaron a Puente Almuhey donde se cuida a los peregrinos".
De aquí se deduce que de Velilla vienen a Caminayo, por una amplia vía por el monte, que actualmente se llama "de las minas" porque por ella iban los mineros a su trabajo, hasta las de Velilla.
Por esas casualidades del destino, que tanta gente dice que no son casualidades sino destino puro y suave, fuimos acompañados de un guía de excepción, Zosi el presidente del pueblo de Caminayo, pueblo, que por su proximidad con la Morra de Santiago marcará nuestro siguiente punto en el Viejo Camino.
En Velilla del Río Carrión hicimos la foto de rigor junto al puente medieval construido sobre otro romano del que se conserva un solo arco, los otros dos se los llevó una riada en 1912.
No visitamos las fuentes Tamáricas que ya cita Plinio el Viejo y que se vienen situando tradicionalmente en La Fuente Reana, posiblemente una corrupción de “Romana” ¿la razón? Es de mal agüero intentar visitarlas cuando no corre el agua como le sucedió al legado Larcio Licinio que después de su pretura fue a verlas cuando no corría el agua y murió a los siete días. Aunque muchas personas las visitan cada día sin que las pase nada y si no vas a mirarlas jamás sabrás cuando tienen agua.
La fuente también puedes verla en internet, tiene tres arcos de piedra y seguro que a los antiguos cántabros les impresionaba el ruido subterráneo para empezar a manar. Después, al perder presión el sifón se seca casi instantáneamente. Al ser un lugar de culto fue cristianizado con una ermita, la de San Juan de las fuentes divinas, siguiendo la tradición de relacionar el agua con San Juan Bautista.
Pero ¿por dónde siguieron su camino los peregrinos de nuestra historia? Volviendo al “Vexu Kamin” de Don Julián González: “Pasaron junto al lugar que llaman Morra de Santiago y la ermita de nuestro patrón y mas abajo el monasterio”
El lugar de la Morra y el Hoyo de Santiago existen como topónimos, próximos al pueblecito de Caminayo, así que allí dirigiremos nuestros pasos y los símbolos jacobeos nos lo atestiguan desde la iglesia.
La senda va cogiendo altura suavemente y es amplia. ¿sería en tiempos una calzada romana? Nuestros peregrinos medievales dicen que iban "siempre por senda romana" y ya nos había advertido el padre Martíno que durante las guerras cántabras los romanos construyeron multitud de calzadas de conquista por las montañas, para desde lo alto hostigar a los montañeses, hasta rendirles...sería como lo que salvando las distancias llamamos cazar al hojeo.
Nos desviamos para subir a lo alto de la Collada, llamada Torre Magalana, donde se encuentra el Hito, o Fito nombrado cariñosamente Tío Pinao.
Desde aquí se ven todas las bajadas de la Vía, hacia Valderrueda, a Morgovejo, a Caminayo... Se ven las explotaciones mineras, hoy fuera de uso.
Al fondo Velilla, la térmica, Guardo...
También teníamos una magnífica panorámica sobre todas las montañas alrededor, desde Espigüete, Las Pintas, PeñaCorada...
Sobre aquella montaña se divisaba un río fósil, según nos indicó Zosi.
Contemplábamos los montes tapizados de robles y hayas... Era maravilloso, con el valor añadido de que en esta época del año tuvimos ocasión de escuchar la “Berrea” de los animales en celo.
Caminayo es el pueblo donde como antes dijimos viven Zosi y su familia que nos acogieron con esa cordialidad que saben hacer las gentes de la montaña, nos enseñaron la iglesia con su pila bautismal que se trajo de Santa María de Mental, una casería que en lo civil pertenece a Prioro y en lo eclesiástico a Caminayo. También posamos en el arco románico de la iglesia.
Estamos también en deuda con D. Matías Diez Alonso por su libro “Las cabeceras del Cea” pues no nos cansamos de estudiar su copiosa información. Explica Don Matías de dónde procede el nombre de Caminayo, si procede de Kaminia, significa horno para hacer leña, pero también puede derivar de un camino difícil. Finalmente la acepción que más nos gustó fue la que procede de las Caminae, las ninfas romanas de agua, que a buen seguro habitan en las cuevas, que hay aquí y que la leyenda cuenta que están esperando ser rescatadas por algún mozo del lugar en la noche de San Juan.
Nuestros pasos se detuvieron frente a una de las alcantarillas del pueblo, que ostenta la concha santiaguera que señaliza el Camino Jacobeo.
Pero lo que más nos impresionó fue la copa concejil que aún se conserva, que lleva la inscripción “Soy de la billa de Caminayo año 1726” todo un honor pues por ella bebían antiguamente los regidores y los de estado noble, mientras los del estado general lo hacían por un cuerno de toro, que no se conserva. Quedan algunas copas concejiles más en la provincia, pero ninguna tan bonita y cuidada como esta.
En Caminayo se conservan las tradiciones, pues llevábamos la referencia de preguntar por Felipe, que nos informaría de todo y allí encontramos a toda su familia dispuesta a ayudarnos. Zosi nos habló de una cueva que en realidad era una mina que atravesaba la montaña por debajo sin tener que subir a la cresta como lo hicimos nosotros, de la cuevona donde están las janas con sus tesoros... aunque el verdadero tesoro es la amistad que nos brindan estas gentes.
Begoña nos llevó hasta la casa de Jesús y con su familia hablamos de caminos, fósiles, topónimos, leyendas y de la historia del cura de Besande, fusilado cuando la francesada.
Nos hubiera gustado seguir más tiempo con nuestros amigos, pero el día sigue y los peregrinos tendremos que seguir hasta el siguiente pueblo, eso sí ya no tenemos que hacerlo como indican nuestros viejos pergaminos:
“Los muchos peregrinos que vienen por los montes dijeron que iban muy juntos por los lobos y los osos que atacan a los que van solos”
porque íbamos protegidos por Roy el perro de Zosi que también tuvo la deferencia de acompañarnos en todo el trayecto.
El siguiente pueblo con el que nos encontramos es Morgovejo pero antes a nuestra izquierda aún se conserva el topónimo de Thorales donde hubo un monasterio, creemos que es este al que se refiere el documento de Leodegundia que hemos citado más arriba.
Morgovejo tuvo preceptoría donde se educaron militares, juristas, médicos y seminaristas. De nuevo leyendo a Don Matías nos enteramos que “Morgo” es piedra dura y “Veio” blanco o brillante y efectivamente así son sus montañas, refulgiendo al sol. No lejos de aquí hubo un castro celta con fundición de hierro y los restos de un castillo medieval, el de Peñafiel hoy Valdecastillo.
En Morgovejo charlamos con Delfina y su marido, que nos orientaron hacia el puente de Villaescusa y con Pepe, que nos dio cuenta de varias personas del pueblo que estarían encantadas de charlar con nosotros sobre la historia del lugar. En la plaza de la iglesia estuvimos con dos mujeres y una de ellas, Mercedes nos recitó : Por haber crecido tanto/ te llaman castillo viejo/ si llegas a crecer más/ la torre de Morgovejo.
Efectivamente aún se conserva un rumboso torreón para subir al campanario de la Iglesia.
La Iglesia no pudimos admirarla por encontrarse cerrada a cal y canto ¡Otra vez será! Sabemos de sus magníficos retablos por los libros de arte. De hecho aquí deberíais admirar la foto del Beato Juan de Prado natural de este lugar, martirizado por el sultán de Marruecos cuando se encontraba allí de embajador. Mercedes sentía que su breviario esté en Liegos y muy celosamente lo acompañan los vecinos si viene al pueblo en alguna ocasión.
Desviamos nuestra ruta para visitar el puente de Villescusa donde existió un poblado entre Morgovejo y Las Conjas, enclave geológico de espectacular belleza y posiblemente fuera lugar obligado de paso antiguamente.
Por este puente don Manuel Rabanal hace pasar la calzada romana al Pando. En este entorno se bañarían los peregrinos del cortejo de Leodegundia pues así dice el Documento:
“(aluches) ... y pudo uno de Morgovejo que no cayó. Dieron convite a los perdidos y sus gentes y me dijeron que mientras duró unos se bañaron en las aguas que manan por allí"Cerca se encuentra el balneario, uno de los más importantes de la provincia de León, imaginando a las gentes de la “belle epoque” aunque ya se conocía en la época de las thermae publicas de los romanos. Hoy su soledad impresiona.
El Camino sigue a Valderrueda, donde admiramos su emplazamiento escalonado en la montaña aprovechando el sol.
La iglesia conserva el portalón en el que se acogía los peregrinos en aquellos tiempos medievales, en los que eran llamados “los santos” por haber renunciado a su casa y bienes, para caminar pobremente en busca del Apóstol, intercesor ante Dios, que le prestaría ayuda en sus necesidades. Nos gustó la casa rectoral junto a la iglesia, con cubos amurallados y fuertes paredes de piedra y a la entrada el escudo de los Valbuena.
El pueblo tiene tres barrios: las viñas, el de abajo y la vega. Cerca del puente de entrada se encuentra el Santuario de la Virgen de la Vega, pero el tiempo se nos echa encima... así que caminamos sin más paradas hasta Puentealmuhey, donde dice el relato que acogían a los peregrinos.
La siguiente etapa va por el valle del Tuéjar siguiendo los pasos de Leodegundia que encontramos en el Documento:
"Llegaron a Puentealmuey donde se cuida a los pergrinos. Caminaron por San Martín y las Fuentes a la vera de Peña Corada hasta el río Esla que por Mercadillo pasaron"
Podéis encontrar el relato de las etapas del Viejo Camino de Santiago pinchando en este enlace de
nuestra Guía del Viejo Camino de Santiago por la Montaña de León.
Podéis ver el reportaje fotográfico de esta etapa pinchando aquí.
Foto y Texto de Rafael Cid y Rosa Fadón
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